[...] una recopilación de
relatos de primera [...]
Nos os dejéis confundir por el título. No son textos macarras o chulescos. Son relatos que sorprenden por la originalidad de sus premisas, y en los que Alberto despliega sus mundos tenebrosos, oníricos, poblados de amenazas insospechadas que provocan desde una latente inquietud hasta una torva fascinación. Juegos de tensión, giros argumentales y un envidiable manejo de los mecanismos del suspense. Por decirlo en consonancia con el título de la obra, son relatos cojonudos, y sería una verdadera lástima que sus propuestas pasaran inadvertidas. Alex Ordiales, autor de LA ACEITUNA
DEL BANQUETE
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El lenguaje crudo y visual de esta
recopilación de relatos tiene voz y estilo propio resultando
hipnótico por momentos. La tensión creciente y los
finales impactantes, sean deseados o no, son el punto en común
dentro de las diversas historias. Recomendado para quienes gusten introducir inquietud y miedo en su vida diaria. Ser arrancado de lo cotidiano sin permiso, retorcer y deformar la realidad sin llegar a ser abandonada. Con la suerte que los lectores pueden cerrar el libro y seguir a salvo. Román Sanz, autor de
INTRUSIÓN
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En todos
ellos la intriga me atrapa. Con todos ellos, disfruto como un
niño y medito como un adulto. José
Luis Mulas
Hernández, escritor
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Esta
es una colección de
relatos tan interesante como imprescindible en la estantería (o,
mejor aún, en
la mesita de noche) de cualquiera a quien le gusten los sabores
diferentes de
cuando en cuando.
A ratos hilarante, a ratos
tierno, aunque sobre todo inquietante una asombrosa mayoría del
tiempo, este
libro no deja indiferente a nadie, síntoma claro de que algo ha
hecho bien el
autor al elegir tan variado surtido de historias y personajes.
No todas las colecciones de
relatos tienen la rara cualidad de ser aptos para cualquier estado
emocional,
pero Diálogos con mi polla sin duda alguna la posee.
Si tras un día
duro necesitas algo que te haga sonreír —o, directamente,
soltar una carcajada
sin comedimiento— entre sus páginas encontrarás un
chupito —a shot, como dicen
los angloparlantes— de tintes humorísticos. Cuando la
nostalgia necesita
compañía, sus relatos más agridulces tejen un
perfecto telón de fondo para esos
días grises... Y, si salir de la zona de confort es lo que
ansías, en este
libro hallarás las formas más dispares y sorprendentes de
hacerlo.
Posiblemente veas un pequeño
fallo en lo que prometo: ¿cómo saber en qué relato
refugiarse en cada momento
en esa primera —de muchas— lectura del libro? La respuesta
es sencilla y radica
en que Asecas se sale de lo común hasta en el formato de sus
relatos, pues a
cada uno de ellos le antecede su correspondiente hoja de título
con un breve
comentario sobre el relato en cuestión, en el que nos adelanta
el tono —aunque
no el contenido— y las circunstancias —a menudo dignas de
su propio relato, en
mi opinión— en las que se gestó.
Sin duda, una lectura que
merece la pena, de las que obligan al lector a experimentar todo un
abanico de
emociones y dan qué pensar entre un relato y el siguiente. Alejandra
Rico Del
Pozo, autora de LUCHA ENTRE TINIEBLAS |
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