Asecas es, evidentemente, un pseudónimo, elegido en sustitución de los apellidos Álvarez Sánchez, demasiado comunes y de una sonoridad un tanto rimbombante. Un día, tras hartarse de buscar alternativas a su auténtico nombre, se preguntó «por qué no firmo como Alberto, a secas», y pensó que junto parecía un apellido. También define un rasgo de su carácter (cierta austeridad, seriedad o “sequedad”), el cual no gusta ni le gusta especialmente pero va ligado a él y resalta.

    Alberto nació en Gijón, Asturias. Su último título académico es Técnico de grado superior en Realización de Audiovisuales y Espectáculos, cosa que muy probablemente nunca ayude a pagar sus facturas, pero el sentido práctico siempre le ha sido tan ajeno como una tablet a un neandertal; desde crío, prefirió escaparse de una realidad anodina a través de la televisión, el cine y, posteriormente, la literatura. Por eso se ha convertido en cortometrajista y escritor.

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